hay 24.000 millones de razones para abordar la reordenación del mix energético, una por cada uno de los 24.000 millones de euros que los ciudadanos debemos a las eléctricas en forma de lo que se ha venido a llamar el déficit tarifario. Este lamentable escenario, consecuencia directa de 7 años de esquizofrenia energética, es el contexto inicial a partir del cual el nuevo gobierno de Rajoy debe ordenar el sistema energético, compatibilizando el desarrollo de las energías renovables con el no encarecimiento del precio de la energía eléctrica a familias y empresas.
La historia reciente nos muestra que hubo quien intentó solucionar el déficit tarifario desde el Carpe diem político, sin pensar en las consecuencias a largo plazo y en ausencia de una planificación seria del desarrollo de las renovables en un contexto de continuo cambio. Esa adolescencia política provocó la subida del precio de la electricidad más de un 50% en 7 años, al tiempo que se promulgaba legislación en materia energética que disminuía de forma retroactiva las retribuciones que, por ley, le correspondían a las instalaciones que ya estaban vertiendo energía a la red. Un despropósito que denunciamos en su momento adoptando una postura contraria a este decreto, que hoy seguimos manteniendo.
La política energética practicada en España durante los últimos años ha propiciado que algunos ciudadanos vean a las energías renovables como una burbuja más y no como el sector productivo, competitivo, con gran potencial y generador de empleo que en la Región de Murcia tiene su máximo exponente. Debemos detener la percepción que se tiene en algunos sectores de que las energías renovables sólo tienen futuro si se basan en que sea el ciudadano medio el que a través del incremento en la factura eléctrica pague los incentivos que perciben las instalaciones. Un modelo de desarrollo de las renovables en el que el usuario doméstico sufraga de forma directa el sobrecoste provocado por las renovables nos ha llevado a una deuda con las eléctricas de 24.000 millones de euros. Sin duda, es necesario un cambio de paradigma.
En el pasado, las grandes civilizaciones nacieron en las zonas de los grandes ríos donde el agua era abundante, en el futuro las grandes civilizaciones se forjarán en aquellas zonas donde la energía se genere de forma eficiente y sostenible. El éxito futuro en el ámbito energético depende directamente de la planificación de hoy, y para ello es necesario elaborar un nuevo escenario que permita hacer compatible el desarrollo de un sector estratégico como el de las energías renovables con el suministro de energía eléctrica barata y de calidad al ciudadano. El real decreto 1/2012 pretende ser la primera medida, dentro de un proceso de reordenación del sistema energético en España, que permita asegurar el desarrollo futuro de las energías renovables sin que estas se vean afectadas por el capricho legislativo de ningún gobierno. El ejecutivo de Rajoy pretende construir un sistema de retribución a las renovables y clarificación del mix energético nacional desde la autocrítica, la planificación y la reflexión, algo a lo que nuestros gobernantes no nos han tenido muy acostumbrados en los últimos años pero que a día de hoy se hace imprescindible. Detener temporalmente la admisión de nuevos proyectos de generación de renovables con primas, manteniendo la admisión de proyectos en régimen ordinario, hasta que logremos articular un modelo sostenible de retribución para el régimen especial de las renovables, es una medida sensata y necesaria. Cuando todo este proceso finalice, la fotovoltaica, biomasa, eólica, etc. estarán en condiciones de asegurarse un futuro del que hoy carecen, porque en su momento se legisló a golpe de ocurrencia, algo a lo que no estamos dispuestos hoy.
El excelente grupo de personas que forman el tejido empresarial de las renovables, a los que aprecio personalmente en muchos casos, tienen en el presidente Ramón Luis Valcárcel y en el ejecutivo nacional un aliado sin condiciones. El gobierno de Rajoy será capaz de hacer en unos meses lo que el gobierno anterior no supo hacer en 7 años: reordenar el sistema energético, regular el autoconsumo y hacer que España y la Región de Murcia sigan siendo un referente en materia de renovables aprovechando de forma responsable las posibilidades innatas que poseemos para su desarrollo. A partir de hoy, nuestro trabajo se centra en una doble vertiente: En primer lugar nos esforzaremos en que a la mayor brevedad posible se establezca el nuevo marco normativo de retribuciones a las renovables, que permita a las empresas del sector tener un horizonte despejado, sin peligro de que cualquier desajuste pueda hacer que el sistema entero se tambalee como lo hace hoy. En segundo lugar impulsaremos el Real Decreto que regulará el autoconsumo y permitirá que los ciudadanos generen su propia energía en casa disminuyendo su factura eléctrica. Además, esta nueva regulación permitirá que el sector fotovoltaico consiga consolidarse sin necesidad de basar su modelo de negocio en primas a la generación de energía en régimen especial. Con este sistema, el usuario particular o empresa consumirá directamente la energía a través de una pequeña instalación y mediante un balance neto cederá la sobrante a las distribuidoras. Permitirá que los consumidores abaraten su coste en electricidad a la vez que consolidamos un sector estratégico que en los próximos años será clave para la generación de empleo y el desarrollo.